Tiroides

La tiroides es una glándula en la base de la garganta, cerca de la tráquea.

Tiene forma de mariposa, con un lóbulo derecho y un lóbulo izquierdo. El istmo, un trozo delgado de tejido, conecta los dos lóbulos. Por lo general, no puede palparse a través de la piel.

La tiroides usa yodo, un mineral que se encuentra en algunos alimentos y en la sal yodada, para ayudarla a elaborar varias hormonas. Las hormonas tiroideas cumplen las siguientes funciones: Controlan la frecuencia cardiaca, la temperatura corporal y la rapidez con la que los alimentos se transforman en energía (metabolismo). Controlan la cantidad de calcio en la sangre.

Hay algunas enfermedades benignas (Bocio) que requieren tratamiento quirúrgico por su gran crecimiento o porque puede haber nódulos que predispongan a la formación de cáncer (10 a 30%).

Hay cuatro tipos principales de cáncer de tiroides:

  • Cáncer de tiroides papilar:  el tipo más común de cáncer de tiroides.
  • Cáncer de tiroides folicular: El carciroma de células de Hürthle es una forma de cáncer de tiroides folicular y se trata de la misma manera.
  • Cáncer de tiroides medular.
  • Cáncer de tiroides anaplásico.

Cualquier cosa que aumenta el riesgo de contraer una enfermedad se llama factor de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se va a contraer cáncer; no tener un factor de riesgo no significa que no se va a contraer cáncer. Entre los factores de riesgo de cáncer de tiroides se incluyen los siguientes:

  • Tener entre 25 y 65 años de edad.
  • Ser mujer o haber estado expuesto a radiación en la cabeza y el cuello en la niñez o haber estado expuesto a radiación atómica. El cáncer se puede presentar tan temprano como cinco años después de la exposición.
  • Tener antecedentes de bocio (agrandamiento de la tiroides) o tener antecedentes familiares de enfermedad tiroidea o cáncer de la tiroides.
  • Padecer de ciertas afecciones genéticas, como carcinoma de tiroides medular familiar (CTMF), síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2A y síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2B.

El síntoma más frecuente es la presencia por observación o al palpar el cuello del nódulo en algunas ocasiones puede existir tos seca en forma crónica, inicio o incremento de roncar durante el sueño, sensación de ahogarse al elevar ambos brazos, en menor frecuencia existirá dolor en el nódulo así como cambios en el tono de la voz.

También debe tomarse en cuenta que algunos manifiestan incremento en la función tiroidea secundario a un nódulo, en este caso puede haber crisis de taquicardia y/o arritmia cardíaca, sensación de opresión en el pecho y no poder respirar adecuadamente o incluso tener desmayos en situaciones de estrés o sin motivo aparente.

El diagnóstico de cáncer de tiroides se hace en base a una punción con aguja fina de un nódulo tiroideo o después que el nódulo es removido durante la cirugía. Aunque los nódulos tiroideos son muy comunes, 1 a 3 en cada 10 contiene un cáncer de tiroides, pero como mencionamos anteriormente, estos pueden ser retirados mediante la cirugía de tiroides por laparoscopía

Todo nódulo que se sospeche o que contenga cáncer debe ser removido quirúrgicamente. La mayoría de los cánceres de tiroides son curables y rara vez causan problemas que pongan en peligro la vida.

En alguna ocasión se puede intentar reducir el tamaño del nódulo dando tratamiento con hormona tiroidea a dosis un poco más altas de las que su cuerpo necesita (lo que se llama tratamiento supresivo).

Aunque esté en tratamiento supresivo con hormona tiroidea o no, puede ser necesario repetir la biopsia si el nódulo crece.

También, aún cuando la biopsia sea benigna, se le podrá recomendar la cirugía de tiroides por laparoscopía para así poder extraer el nódulo si este sigue creciendo.

 

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