Los cálculos son depósitos duros y similares a cristales de roca que se forman dentro de la vesícula biliar. Éstos pueden ser tan pequeños como un grano de arena o tan grandes como un limón, dependiendo del tiempo que haya transcurrido en su formación.
Los cálculos biliares son un problema de salud común en todo el mundo y los factores de riesgo son: mujeres, mexicano-americanos, indígenas-americanos, embarazo, obesos, dieta alta en grasas y colesterol, dieta baja en fibra, historia familiar, diabetes, pérdida súbita de peso y personas mayores de 40 años de edad.
La gente que tiene síntomas por los cálculos usualmente requiere que se retire la vesícula biliar quirúrgicamente. Los cálculos que no provocan ningún signo o síntoma típico no necesitan tratamiento.
Los síntomas pueden ser dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, dolor en el centro del abdomen por arriba del ombligo, dolor en la espalda referido al hombro derecho. El dolor puede durar minutos o hasta horas. Se producen por la contracción de la vesícula que trata de expulsar la bilis, cuando un cálculo se ubica en el cuello de la vesícula impidiendo la salida de la bilis. Si el cálculo continúa obstruyendo provoca una colecistitis aguda. Otros síntomas pueden incluir: escalofríos, fiebre, ictericia (color amarillo de piel y mucosas), los cuales generalmente se presentan como complicaciones de la colelitiasis.
Es importante acudir al médico al presentar estos síntomas de cálculos biliares. Los avances en la cirugía han llevado a realizar procedimientos de mínima invasión:
- Colecistectomía por laparoscopía
- Colecistectomía de un solo puerto
En la cirugía colecistectomía por laparoscopía y en la cirugía colecistectomía de un solo puerto se realizan incisiones pequeñas que permiten una recuperación más rápida.